Antes de empezar con este análisis, me gustaría decir un par de cosas: en
esta crítica me voy a disponer a hablar del anime de esta serie sin haber leído
el manga que, según he oído, continúa después de la finalización del anime. Aun
así, tampoco creo que los argumentos que me iba a dar el manga fueran a tachar
mis pensamientos sobre esta serie. Bien, una vez aclarado este asunto, aquí
vamos.
“Kaichou wa Maid-sama”… Si algo he podido apreciar, es que esta serie está
siendo muy aclamada por la crítica y muchísima gente la está calificando
excelente debido a lo preciosa que es y lo bien que sabe combinar el romance
con la comedia. Pero no asustarse, esto no va a ser un análisis que repita los
tópicos que ya se han dicho hasta ahora, sino que voy a exponer la idea de que
la gente solo ve lo que quiere ver. La obra habla de Misaki: una estudiante de
bachillerato que, después de entrar en una escuela en la que la mayoría de
personas son chicos, consigue ser la presidenta estudiantil para poder cambiar
ciertos aspectos de tal escuela para poder atraer a más gente. Sin embargo, su
vida diaria se ve distorsionada cuando Usui (el ligón del colegio) descubre que
trabaja de sirvienta en un café Maid. Desde entonces, va a verla todos los días
al trabajo y les ocurren todo tipo de sucesos curiosos. Lo primero que me
gustaría remarcar es lo viva que se siente la serie: nunca nada se está quieto y en cada episodio se busca atraer al espectador no contando una buena historia
sino exagerando las acciones de los personajes y contando sucesos graciosos.
Sí, eso es, se busca… El problema reside en que, aunque la gran mayoría de
situaciones tengan su gracia y resulten curiosas, todo esto se ve afectado por
la figura de Usui. Porque resulta que Usui mola un cojón y, de hecho, me estoy
preguntando si quizás mola demasiado… Si en “Toradora” dije que Ryuuji era el
hombre perfecto era por su personalidad y su forma de ayudar a los demás. Aquí
en cambio, Usui tiene TODO lo que un hombre necesita: no solo su personalidad
atrae a las demás personas, sino que además es guapo, bueno en los estudios,
bueno en los deportes y etc. Pero además también hay algo que salta a la vista
y es que, siempre que Misaki está en algún apuro, siempre aparece él para
solucionar el problema y nunca llega tarde. Ese tipo de detalles no están del
todo mal porque así se refuerza la idea de que Usui tiene más interés en Misaki
que en las demás chicas. Con lo que ya no concuerdo tanto es en las reacciones
de Misaki. Misaki siempre está diciendo una y otra vez que él está invadiendo
su privacidad y que parece que siempre la esté acosando y, aunque este hecho
sea verdad, hay algo que se me escapa. Exacto: hablo del beso entre ellos dos
en el episodio 4 o por ahí. El caso es que Usui teóricamente se le confiesa y
la besa así porque sí. Pero… ¿Por qué? Lo entendería si después de eso
empezaran a salir o algo y, aunque se hacen más cercanos, no se vuelve a hablar
del tema nunca. Sí, lo sé, hacen alguna pequeña mención al respecto, pero
después se olvida de que todo eso haya ocurrido y la serie sigue su curso como
si no hubiera pasado nada. Y puede que esto sea fruto de la personalidad de
Usui y que Misaki crea que la está manipulando y engatusando para que le siga
el juego porque ella cree que Usui no está interesado en las mujeres, pero… se
siente raro que después de eso se comporten de la misma manera. Podrían haber
hecho como “SAO” y hacer que se estuvieran conociendo durante una parte de la
serie y que, después del beso, empezaran una relación. Sin embargo, parece que
la serie rechace este hecho solo para poder decir “¡Hey chicos! ¡Mirad que
monos se ven Usui y Misaki besándose! ¡Mirad que relación más cercana tienen y
como se chinchan entre ellos! ¿No os parece romántico?”. ¡No, joder! ¡Ese beso
está salido de la manga! Podréis engatusar a los demás, pero yo no lo veo real
y me parece un total despropósito. Y luego de todo esto está Misaki que, a
pesar de seguir el esquema de una tsundere, su comportamiento es evasivo y
reservado y, siempre que Usui intenta acercarse a ella físicamente, ella actúa
de forma evasiva y busca la manera de salirse de esa situación. Y eso nos
devuelve a la misma pregunta de antes: ¿Por qué? ¿Por qué no hablar del tema si
se supone que os habéis besado? ¿Para qué esperar tanto? No gastes la paciencia
del espectador y sé más directo, no hace falta que te rías en la cara de los
que te ven poniendo la misma situación embarazosa entre Misaki y Usui en cada
puto episodio porque al final toda la trama se vuelve repetitiva. Al menos en
obras como “Toradora” o “Oreimo” había alguna razón de peso para que los
protagonistas no mantuvieran una relación. Incluso en una historia como
“Clannad” no se abusa tanto de este constante “jueguecito amoroso” entre los
protagonistas porque detrás de esa historia de amor ocurren más cosas. Aquí,
desde que empezamos la historia, ya nos podemos hacer una idea de cómo acabará
y es el momento de ese beso lo que marca el punto de inflexión de la serie y la
hace más abstracta. Y puede que esté equivocado, puede que de verdad Misaki
crea que Usui es un extraterrestre pervertido y que no se la está tomando en
serio, o que la serie intenta ser una parodia de todos aquellos romances
clásicos, sin embargo yo no me lo creo, porque yo solo estoy pensando en lo que
mis ojos ven, no en lo que piensa el autor. Y otra cosa, ¿por qué Usui es tan perfecto? Quiero decir, en “Toradora” tenía sentido porque la personalidad de
Ryuuji contrastaba con la de Taiga. Y ni siquiera hace falta ir tan lejos:
mirad “One Punch Man”. Saitama era el superhéroe más fuerte de todos pero el
autor lo quiso así para así poder hablar sobre lo que hace una persona después de
convertirse en el mejor. Aquí, sin embargo, parece que el autor lo haya hecho
solo para marcar la diferencia entre Misaki y Usui. Además, ¿en serio Misaki no
se da cuenta de las verdaderas intenciones de Usui? Es que puede apreciarse a
simple vista que quiere estar cerca de ella porque la ama. Pero no, ella
siempre pone la misma excusa barata en vez de admitir sus propios sentimientos
sin saber por qué. Pero aún hay otra espina clavada: su relación no evoluciona
en nada. Es decir, sí que es verdad que entre que se conocen y avanza la trama
su relación cambia, pero ésta se estanca antes de llegar a la mitad de la
serie. Es siempre lo mismo. Siempre se comportan igual, siempre se hablan igual
y siempre se hacen las mismas bromas o se dan situaciones similares que los
obligan a estar más juntos. Este tipo de cosas se llama mal guion y a menos que
lo que pretendas es hacer una crítica sobre el romance, hazlo con un poco más
de variedad y que no se vea que todos los capítulos son de Usui acosando a
Misaki en el Maid café. Pero aún hay más… Capítulo 20: aparece un rival para
Usui… Dios mío por favor, arráncame los ojos… A ver, autor, quedan 6 episodios
para acabar la serie, ¿no podrías haber pensado en meter esa idea antes? Al
menos así hubiera tenido más tiempo para conocer a este personaje. Pues sí, llega
Hinata al instituto como un nuevo alumno y resulta ser que era un amigo de la
infancia de Misaki. Y desde ahí, este trío pasa a ser una copia del equipo 7 de
“Naruto” exactamente con la misma personalidad y el mismo triángulo amoroso.
Todos sabemos que Misaki acabará con Usui pero, por alguna razón, la serie nos
intenta convencer de que quizás acabe con Hinata. Es como si Usui hubiera
desaparecido de la serie, ya que todos los personajes secundarios empiezan a
preguntarle a Misaki que cómo le va con Hinata. Lo siento autor, pero tu
audiencia no es tonta. Al fin y al cabo, quien sale en la sinopsis no es
Hinata… Y bueno, el final. Nada relevante. Usui y Misaki acaban juntos, punto.
Todos sabíamos que la cosa acabaría así desde el principio y no hacía falta
alargar la serie tanto. Aunque, en realidad, esto no importa ya que la magia de
las series románticas no es el qué, sino el cómo. El final se lo puede esperar
cualquiera pero lo que es bonito de ver es la historia que transcurre hasta
llegar a su resolución. Ver como los protagonistas cambian, van viviendo sus
vidas, se relacionan, surgen conflictos, amores ocultos, días buenos, días
malos… Aquí, en “Kaichou wa Maid-sama”, solo se intenta buscar la comedia e
intentar hacer una historia de amor entretenida y entrañable cuando en realidad
está vacía y se alarga más de la cuenta.
Aiiiish… Que desfogue, Dios… Realmente no hago esta crítica solo por odio,
sino porque me sentí realmente decepcionado al final. Parecía tan buena en esos
primeros episodios que ya iba a situarla cerca del trono. Pero las cosas son
como son y “Kaichou wa Maid-sama” para mí es una serie monótona que al
principio tiene gracia pero que poco a poco va perdiendo su esencia. No es una
historia de amor profunda como “Toradora”. No es una historia adulta y sincera
como “Clannad”. No es una parodia romántica como “Gekkan shoujo Nozaki-kun”. A
lo mejor el problema lo tengo yo, que me quejo por cosas que resultan
irrelevantes. Quizás sea que me quedé con ganas de ver una segunda temporada o
que le esté dando demasiadas vueltas a su existencia. Pero me gusta más pensar que
lo que estoy es frustrado al ver tal comportamiento de los personajes y al ver
lo despreocupados que son. Y sé que no toda historia requiere de un “por qué”
pero este anime se deja material que recoger y no quiere justificarse a sí
mismo. Y a pesar de lo bien hecha que está la animación, lo frenética que es la
serie y lo relajante que es, no tiene la suficiente ambición para convertirse
en lo mejor que se haya hecho jamás. Así que no os voy a recomendar ver esta
serie. En su lugar mirad “Toradora”, “Clannad” o algún anime de este calibre
porque, aunque no son perfectos, transmiten a la perfección las intenciones del
autor: emocionar al público con historias preciosas y personales. Y ahora, me
largo de aquí antes de que los fans me inflen a collejas. Que sepáis que no es
nada personal. Solo busco una obra coherente que se digne a explicarme una
buena historia.