La verdad es
que no sé ni cómo comenzar esta crítica. De hecho, no sé ni si llamar crítica al
tipo de entrada que quiero hacer en mi blog, sino compartir más bien mi
experiencia viendo Fairy Tail, el anime, el cual recién termino y me encuentro
en esos momentos en los que no sé qué hacer con esta serie. Sin embargo, una
parte de mí me pide comentar tanto los aspectos buenos y malos del anime, así
que lo intentaré sin dejarme llevar mucho por todo lo demás.
Como dije
anteriormente, voy a limitarme a comentar el anime. Del manga he visto poca
cosa, alguna que otra escena que me gustó en el anime y quise ver dibujada con
todo lujo de detalles. Lejos de eso, ni he leído ni tengo pensado leer el manga
porque suficiente nakama power he tenido ya por unos cuantos meses… Y, de
hecho, ese es uno de los aspectos en los que me gustaría centrarme, porque el
alma de Fairy Tail reside en la cooperación, la amistad y encontrar tu lugar en
este mundo para compartirlo con la gente a la que amas. Si buscamos en Google
la definición de “nakama power”, por regla general dirá que es un power-up
ocasionado por el interés de un personaje de proteger a sus amigos, normalmente
combatiendo contra un mal que desea atentar contra ellos. Esto es lo que
vendría a ser una definición estándar de lo que sería el nakama power, pero hay
que tener en cuenta muchos matices a la hora de crear una historia que gire
entorno a esa ley. En este aspecto, Fairy Tail se anticipa a todo lo que se
pueda considerar un Deus ex machina y te lo deja claro desde el principio: esta
va a ser una serie orientada al nakama power. La magia deriva del propio
corazón, los sentimientos intensos como el amor, por ejemplo, son catalizadores
para potenciar el poder de cada personaje, y eso es algo de lo que la serie no
se avergüenza de presumir. ¿Puedes intuir en la mayoría de ocasiones cómo va a acabar
una situación que parece desesperante? Puede que sí, pero no es tanto el fin en
lo que se centra la serie, sino en los medios. Lo importante no es ver cómo el
bien gana al mal al final de todo, ya que eso puedes saberlo desde el inicio de
cualquier arco, y más aún cuando hablamos de un anime shonen. Lo verdaderamente
importante es ver cómo sucede todo, ver con tus propios ojos cómo todos los
personajes se juntan para derrotar a ese villano que parecía tan invencible. Al
fin y al cabo, eso es lo que pretende el nakama power, provocar una emoción en
ti en base a las creencias y pensamientos de los propios personajes. Ahí Fairy
Tail no engaña a nadie, porque desde el principio sabe a lo que va, y exhibe ese
rasgo característico con orgullo porque es consciente de que ahí reside su
fortaleza. El nakama power da alas a sus personajes para poder confrontar las
adversidades, tratando en todo momento de que te lleguen todas las emociones
que están sientiendo cada uno de los personajes que aparecen. Y, sin embargo…
¿Por qué no puedo llegar a empatizar del todo con ellos? Durante todo el anime
he ido sintiendo cosas distintas, algunas escenas con nakama me han gustado y
otras no tanto. El hecho es que, paradójicamente, Fairy Tail pone el corazón y
los sentimientos como la base de un poder mágico poderoso, pero… ¿acaso no
parece que convierta el propio corazón en una herramienta? ¿No es eso,
curiosamente, lo contrario de lo que quiere transmitir la serie? Porque, en
realidad, por muchas razones que me des, por mucho que me justifiques el nakama
power, ya me estás dando el pretexto principal por el cual todos tus personajes
se van a salvar de cualquier situación por difícil que sea, apelando a las
mismas cosas de siempre, ya sean las experiencias vividas con tus seres
queridos o el sentimiento de tener una familia que tu mismo has escogido y con
la que siempre estarás. Eso, al menos para mí, llega un punto en que se me hace
monótono. Tener un anime shonen tan largo que se rige por el nakama power
implica que, en la mayoría de los casos, sus problemas se van a resolver por
power-up’s del tipo “quiero proteger a mis amigos porque son lo más importante
para mí”. Tanta repetición de las mismas emociones se me hace algo redundante…
hasta el punto incluso de llegar a pensar que simplemente es un pretexto para
que ganen todas las batallas. Mucha gente caracteriza el nakama power como el súmmum
de la epicidad, discursos épicos, gritos llenos de energía y un poder que
escapa de nuestra propia comprensión. Bien, eso es lo que en teoría es, pero
también es que a mí no me termina de convencer el nakama power, ni siquiera
aunque le des su propia justificación. Eso sí, agradezco que Hiro Mashima se
moleste en darle su propia explicación a esos power-up, porque así la obra se
siente mucho más completa y, por lo menos, las cosas no suceden por la cara. Sin embargo, noto que es siempre lo mismo, las
mismas emociones, las mismas actitudes, el mismo “bueno, ahí van de nuevo” de
siempre. De hecho, una de las cosas que me medio molestan de Fairy Tail es su
facilidad de dar power-up’s al personaje que toque según la situación. No hay ningún
arco de entrenamiento ni ningún extracto en el que se pueda apreciar un
progreso individual por medio de ejercitar y practicar las propias habilidades
de sus personajes más allá de Fairy Tail Zero. Todo se basa en dar power-up’s
que, por mucho que tengan justificación, no me muestran nada más que un
pretexto para vencer sin necesidad de entrenar. Y esto me ha llamado bastante
la atención porque en otros animes del mismo estilo como Naruto, Hunter x Hunter
o Fullmetal Alchemist sí se presentan puntos de inflexión en que sus
protagonistas o algún personaje secundario de turno debe entrenar si quiere
progresar, desarrollar sus propias habilidades. Se puede observar una evolución
desde que empieza la serie hasta que acaba, y digamos que en Fairy Tail veo,
por ejemplo, a Natsu en el primer capítulo con su poder mágico estándar y, al
terminar de ver la serie, veo a Natsu con su poder mágico estándar con unos cuantos
buffos y habilidades nuevas. Siento que me he perdido parte de su evolución individual
porque se han pasado toda la serie atribuyéndole power-up’s, sean con o sin
nakama power, para poder vencer en sus batallas. Aunque quizás todo esto sea
hecho a propósito, quizás simplemente la obra se centre en otras cosas que
considera más importantes y deje todo lo demás en un segundo plano. No es un
aspecto que pueda criticar de la serie, pero sí es algo que me hubiera gustado
vivir o ver más a fondo. El autor se quiere centrar más en la propia aventura,
las aventuras del gremio que, por cierto, esa es otra de sus ventajas. Me encanta
el aura que transmite todo el gremio de Fairy Tail, poder ver cómo se llevan
tan bien, cómo pueden bromear tanto entre ellos, pero, al mismo tiempo, cómo
pueden ponerse serios cuando la situación lo requiere. Es cierto que en muchas
ocasiones encontraba anticlimático que se intentara crear una situación graciosa
o una frase salida de tono en algún momento que yo consideraba tenso, y eso me
jodía bastante una tensión que estaba bastante bien, pero también es que la
misma serie valora cuándo un momento es realmente serio, lo demás queda libre a
tu interpretación. Pero es por cosas como esa por las que noto que el nakama
power en Fairy Tail cobra más fuerza, porque los percibo como individuos, no
como páginas en blanco que interactúan entre si porque lo pone en el guion. Son
una muy buena piña y los diálogos que tienen podrían ser perfectamente
conversaciones que podría tener yo con mis amigos. En ese aspecto y quitando el
que cada personaje tenga sus propios traumas y dramas personales, los percibo
como personajes bastante realistas y llenos de vida, que tienen sus propias
bromas y personalidad bien marcada. Porque, si fuera de otra manera, el nakama
power que incorpora la obra perdería bastante fuerza y, sobre todo, perdería
credibilidad, la serie necesita transmitir ese aura y esa buena atmósfera que
tiene el gremio para legitimar el nakama. Y he de admitir que eso lo logra
bastante bien, porque no hay ningún personaje que sea completamente vacío,
cada uno aporta su pequeño granito de arena a la historia. Aun así, lo que ya
no me ha parecido tan bien en muchos de los casos, es que Hiro Mashima no se
atreva a mirar a la muerte a los ojos. Hay escenas y momentos preciosos en los
que aparecen personajes del elenco principal que parece que vayan a morir y,
mientras ves pasar sus recuerdos con la música de fondo acompañando el momento,
creando ese macromomento que busca penetrar en tu interior, parece que de
verdad vayan a morir sin remedio. Son momentos que buscan un equilibrio entre
epicidad y tristeza, dos características que mantiene hasta que se decide dar
marcha atrás y negar la muerte a la mayoría de esos personajes porque imagino
que serían demasiado importantes para matarlos, o quizás no, no lo sé. En parte
me molesta un poco porque, por mucho que esos momentos sea muy buenos y estén
bien llevados, ninguno nunca se despide para siempre, de alguna manera
conseguirán salvarse, y digo que me molesta porque creo que son momentos muy
desaprovechados, momentos en los que la serie podría quitarse de encima esa categorización
llamada “género shonen” y mostrar algo que dejara a todos sus espectadores
sorprendidos. Pero no, se pierden esos momentos igual que se pierde la tensión del
momento cuando dichos personajes se salvan. Siempre aparecerá algún plot twist
que salve la situación en el último momento, algo recurrente en Fairy Tail
porque sí busca sorprender al espectador, pero no a costa de sus personajes. Es
más, los plot twist son otra de las grandes características que en parte me
fascina y en parte odio porque o lo hacen brutalmente bien o lo hacen mediocre.
No me gustaría spoilear ninguno de esos momentos, pero digamos que muchos de
ellos son plot twists bien planteados con su posterior explicación e indicios
precedentes de que iba a suceder eso, pero claro, te falta información para
llegar a esa conclusión. Por otro lado, también hay unos cuantos de bastante
cutres que lejos de ser coherentes y consecuentes me suenan a más pretexto para
salvar la situación cuando el nakama no puede con todo, quizás para darle algo
de variedad a la serie o para decir “ey, ¿te acuerdas de eso que pasó hace 100
capítulos? ¿Qué te parece si hacemos que lo que pasó en ese momento tenga una
consecuencia justo en este momento y en este lugar a cuento de nada?” Son básicamente
un Deus ex machina, y es algo que me atrae mucho menos que el nakama, porque es
básicamente el autor diciéndonos que no pasa nada, que todo va a salir bien
porque así está escrito. Y en cuanto al final… pues poco que objetar, en
realidad. Sí hay una cosa de la que querría quejarme, pero supongo que los que
hayas visto el anime o leído el manga ya sabréis a qué escena me refiero, una
escena que gira entorno a algo que ya he dicho en esta crítica o review o como
sea que lo queráis llamar, supongo que ya me entenderéis. Quitando eso, es un
final bastante redondo que cierra todo lo que tenga que ver con la historia
principal y, muchas de las incógnitas que deja, quedan abiertas a la interpretación
del espectador, cosa que, en parte, se agradece.
Por mucho
que hable, sigo sin saber qué hacer con esta serie… Dista mucho de ser
perfecta, tiene un inicio tremendamente lento para lo que es un shonen, tiene
relleno, una animación bastante pobre en la mayoría de los casos, mucho
fanservice, un humor que en ocasiones se puede sobreponer al drama… pero eso
son cosas que también podía tener en cierta medida Naruto y… no me impidieron
amarlo, porque la experiencia era superior a la suma de sus partes. Sin
embargo, me siento más desconectado de esta obra y… aún no entiendo por qué. Quizás
lo haya comparado demasiado en mi mente con Naruto, quizás me haya dejado llevar
demasiado por el hype o quizás no haya conectado lo suficiente con su historia,
no lo sé. Pero, entonces… ¿por qué siento este vacío interior? Fairy Tail no
será el mejor anime del mundo ni mucho menos, pero lo que hace, lo hace muy
bien, al menos a veces. Se puede disfrutar la obra sin problemas, ya sea por
una cosa o por otra. Tiene muy buenos momentos, escenas que me han marcado y no
puedo tildarlo como un anime malo porque sea Fairy Tail y “jajaja lol qué
mainstream, una basura de anime”; no existe el mal gusto en el anime, solo
opiniones, y pueden llegar a ser muy diversas. Ha sido un viaje con sus cosas
buenas y malas, digamos que para mí ha sido aceptable y me contento con eso. Entonces…
¿lo recomiendo? Si eres fan del nakama power, sin duda alguna, porque sí que he
de decir que aquí está muy bien hecho y justificado por mucho que no lo termine
de apoyar, al contrario que en Tengen Toppa Gurren-Lagann. Es una obra que
apela directamente al corazón y le da igual si te gusta o no el poder de la
amistad, porque la serie es lo que tus ojos ven, se exhibe sin engaños ni
artificios y aprecio que se presente como una serie tan sincera. A lo mejor por
eso siento este vacío interior, porque en el fondo sé que por mucho que diga y
critique Fairy Tail, voy a echar de menos a todos sus personajes.