Madre mía…
cada vez vamos de mal en peor… Es probable que mucha gente no conozca este
anime pero, acabado de ver, pensé que sería bueno hacer un análisis sobre éste
para tratar algo que muchos otros animes intentan. Así que, ahora, os invito a
todos a reflexionar sobre el amor. Sí, aquél sentimiento tan conocido y, al mismo
tiempo, tan incomprendido por el ser humano. Muchas obras intentan hablar sobre
su poder y de cómo puede afectar a cada uno, pero la existencia del amor sigue
siendo un misterio. Uno de los sentimientos más primarios del ser humano y uno
al que la ciencia no le puede hacer justicia. Sin embargo, el amor no tiene por
qué ser algo bueno, ya que éste puede llevarnos a la felicidad o a un pozo sin
fondo del cual es casi imposible escapar.
Voy a
empezar diciendo esto: “Nagi no Asukara” no inventa nada nuevo. Y no lo digo
porque su historia no sea original, sino porque los aspectos que he visto en
esta obra me han parecido más un reflejo de otros animes que trataban cosas
similares. Aunque ya llegaremos ahí. Lo mejor será que os explique un poco el
tema de la serie. En un mundo fantástico, conviven dos tipos de humanos: los de
la superficie y los del mar. Ambas razas coexisten juntas y, aunque sí que se
tienen algo de rabia entre ellos debido a algunos infortunios que tuvieron en
el pasado, nunca ha surgido un conflicto a gran escala entre ellos. En este
caso, la trama se centra en 4 estudiantes de Shioshisio (una ciudad marina en
la que viven): Hikari, Menma- digo… Manaka, Chisaki y Kaname. Debido a que su
escuela cerró, todos ellos se ven obligados a ir a una escuela de la
superficie, donde conocerán a gente nueva y descubriremos más cosas sobre todos
ellos. Bien, antes de empezar con la chicha, necesito decir una gilipollez que
no viene a cuento. Me encanta la idea de “Nagi No Asukara”. Lo de crear dos
razas que son similares pero no se entienden entre ellas es algo que ya nos
suena de haber visto en algún otro lugar. Sin embargo, nunca había visto una
obra tratando este tema igual que “Nagi no Asukara”. Hay detalles que son
simplemente brillantes. Cosas tan simples como el Ena y el color de los ojos de
cada persona marca la diferencia entre los que son de la superficie y los que
son del mar. Aunque, por desgracia, la serie no pasa de este punto. Y no es que
la serie no pueda hablar del tema porque en realidad tiene mucho potencial.
Todo esto es porque prefiere centrarse en hablar de… el amor. No digo que sea
algo malo, pero… ya lo tengo demasiado visto. Podría haberse aprovechado la
ocasión para haber enriquecido su universo y contarnos una buena historia sobre
la creación de ambas facciones o de las reglas que se rigen en cada región. Y
esto lo digo porque la idea está muy bien, pero está fatal llevada. Se puede
observar en muchísimas cosas como, por ejemplo, la carencia de las leyes de la
física en el mar. ¿Electricidad debajo del agua? ¿Caminar por debajo del agua?
¿Beber sopa debajo del agua? “Nagi no Asukara” cae en el mismo error que “SAO”:
crear un mundo fantástico y no aprovecharlo porque éste solo sirve como medio
para narrar la acción. La historia no se centra en el mismo universo, sino en
el viaje de los personajes. Aunque repito, esto no tiene por qué ser algo malo.
Es más, este concepto nos permite saber muchísimas más cosas sobre el carácter
de cada personaje, haciendo que sea una obra más personal e intimista. Por eso,
la serie te deja bien claro desde el principio el tipo de anime que va a ser y
todo este tipo de detalles (si es que se pueden llamar detalles) no importan en
lo más mínimo. En los primeros episodios lo único que podemos observar son a
unos niños viviendo la etapa de la juventud, o debería decir niñatos porque,
madre mía, ¡QUÉ GILIPOLLAS SON TOD-! Vale, vale, me calmo. He de decir que,
desde mi punto de vista, el anime no se vende muy bien. Es decir, sí, tienes un
mundo maravilloso y unos niños muy monos que van al colegio como cualquier otro
slice of life. Sin embargo, el problema lo tengo con su carácter y su forma de
actuar. Y es que Hikari, el protagonista, se porta como el culo con las
personas que él considera sus “amigos”. Llegué incluso al punto de preguntarme
si de verdad estos personajes eran amigos. Y ahora sé que algunas personas
dirán que esta forma más brusca y rebelde de actuar forma parte de su
personalidad, pero parece como si estuviera enfadado con el mundo. Y, ahora que
he mencionado este aspecto, todo esto ya lo he visto en otro lugar… Lo vi hace
ya un tiempo en “AnoHana”; niños siendo niños. Aunque, ahí, los personajes ya
tuvieron su época dorada y se separaban después de vivir una tragedia de la que
todos se sentían responsables. A “Nagi no Asukara” no le puedo seguir el ritmo
de la misma manera. Todos los personajes interactúan entre sí, a veces se
divierten juntos, pero siempre ocurre algo para que se acaben distanciando o
dejen de hablarse igual que antes. Y esto me lleva al segundo punto de este
anime, que es su visión del amor. Algo que me gusta de “Nagi no Asukara” es que
contempla el amor desde todos los puntos de vista posibles. Lo ve como un
sentimiento de cariño hacia alguien, algo que puede llegar a destrozarte
interiormente o simplemente el deseo de querer alcanzar a alguien a quien
respetas. Pero, aun así, todavía le falta camino. El problema que le veo a “Nagi
no Asukara” es que sus personajes actúan muchas veces sin sentido y hacen cosas
que hacen que me pregunte si de verdad estoy viendo una serie costumbrista
sobre personajes realistas. En más de una ocasión hay una confesión de alguien
a otra persona y, inmediatamente después, dicha persona huye porque supongo que
no quiere aceptar la realidad o bien porque aún no entiende lo que es el amor. Pero
es que el amor no es algo que deba entenderse o estudiarse, es algo que se
siente, se vive. Simplemente no puedes poner en palabras todo aquello que
sientes por una persona y, lo único que se puede acercar a representar esto,
son nuestros gestos y acciones sobre aquella persona. El cómo influyes en su
vida y haces que ame su propia forma de ser, también son conceptos a tener en
cuenta para saber lo que significa tener una relación. Entonces, lo que acaba
pasando es que no puedo llegar a empatizar con los personajes de “Nagi no
Asukara” porque nadie quiere cambiar y todos quieren que nada de eso acabe
nunca. Aunque oye, tampoco está tan mal que sus personajes piensen de dicha
manera porque seguramente hay muchísima gente que no quiere cambiar ni
abandonar su estilo de vida habitual. Pero, al final, todo esto acaba derivando
en… un estancamiento, una excusa para no aceptar la realidad. Hagamos lo que
hagamos con nuestra vida, el tiempo no espera a nadie y nos arrastra con él a
cada día que pasa. Porque el cambio es algo que nosotros podemos decidir hasta
cierto punto, y es prácticamente imposible no cambiar en absoluto tu forma de
ser. Es algo que al principio no se nota pero que, con el tiempo, te vas dando
cuenta de que tus bromas, aficiones y personalidad se han visto modificadas por
nuestro propio bien. No somos conscientes de ello, pero le ocurre a todo el
mundo. Por eso me cuesta tanto conectar con dichos personajes, porque actúan de
forma ilógica y parece como si quisieran alargar la serie porque sí. Bueno, de
hecho, me he dejado una cosa. Pude empatizar con Kaname porque es la única
persona del grupo que acepta las cosas tal y como son y, si tiene que jugársela
en algún momento, se la juega. Si tiene que ayudar a algún amigo suyo o animar
a la persona que ama debido a que ésta quiere a otra persona pero es un amor no
correspondido, lo hace. Es la única persona que quiere dejar las cosas claras,
sin rodeos, sin que nadie sufra más de la cuenta. Y me jode porque parece como
si ninguno de sus amigos lo entendiese, incluso siendo todos de la misma edad. Y
lo peor es que esto no cambia ni cuando algunos personajes acaban siendo
adultos. Aunque también he de admitirlo: adoro la idea y el esfuerzo de la
serie por intentar mostrarnos que sus personajes no quieren cambiar pase lo que
pase. También me gusta el hecho de que Hikari, Manaka y Kaname no hayan
madurado en su hibernación, porque así podemos contemplar su reacción cuando
vuelven al mundo real y ven que nada es como era antes. Que todos han crecido,
que la ciudad ha cambiado, que ellos no han madurado. Sin embargo… sigo sin
observar el cambio de muchos de los personajes que se han quedado en la superficie.
Entiendo que sea complicado cambiar tu forma de ser, sobre todo teniendo en
cuenta la tragedia que ocurre antes de que se separaran, pero en 5 años pueden
pasar muchas cosas. No sabemos nada de lo que ha pasado en ese intervalo de
tiempo y la personalidad de dichos personajes no varía en ningún momento, igual
que también se mantienen los mismos arcos amorosos. Y puede que mucha gente
considere esto normal porque, de hecho, lo es, pero es que ni siquiera se han
planteado el hecho de cambiar y olvidar el pasado, al contrario que ocurre en “AnoHana”.
Al mismo tiempo, tampoco me enseñan ningún cambio significativo de ningún
personaje para adaptarse a la sociedad moderna, al contrario que ocurre en “Clannad”.
Por lo único que parece preocuparse la serie es en ser dramática, dejar al
espectador atónito y al borde del llanto con todos esos enamoramientos que no
llevan a ninguna parte. Todo el mundo siempre está enamorado de la misma
persona y se niegan a pasar página a pesar de que saben que no tienen ninguna
oportunidad de conseguir lo que buscan. Y puede que esa sea una de las facetas
del amor, que no siempre es justo, que puede llegar a ser muy cruel, pero eso
también significa que todos los personajes están cerrando sus puertas a otras
personas que también pueden merecer la pena. Y sé que sufrir también forma
parte del camino de la vida, pero eso es algo que también se puede evitar
algunas veces. Sin embargo, la cabezonería de los personajes me impide
adentrarme en su mente. Es todo demasiado… surrealista. Con todo esto tampoco
quiero decir que “Nagi no Asukara” sea un mal anime, sino que tiene demasiadas
aspiraciones y demasiadas cosas que decir sobre el amor. Quería la Luna y al
final se quedó en tierra. También digo esto porque al final no se soluciona
ningún arco amoroso y el viaje acaba tal y como la serie empieza: sin cambio
alguno. Y una vez más, puede que esto sea lo que nos quiere transmitir la serie,
pero lo interesante de ver una serie romántica o un slice of life es cómo las
acciones de los personajes los hacen madurar y aprender cosas nuevas para
amarse más a sí mismos y los unos con los otros. Y es por eso que pienso que “Nagi
no Asukara”… podría haberse convertido en algo único.
Odio hacer
críticas de este tipo. Cuando empiezo a escribirlas me siento enérgico porque
quiero transmitir a los demás mis sensaciones sobre tal anime, pero después
acabo sintiendo… pena. Y no es porque la serie sea mala, sino porque, cuando te
pones a compararla con otras que hablan sobre lo mismo, se pierde la magia. “Nagi
no Asukara” intenta hablar sobre la niñez y el cambio igual que en “AnoHana”.
Intenta hablar del proceso de crecer y la adaptación de una persona al mundo
real igual que en “Clannad”. A veces incluso intenta ser más filosófica e
intenta sorprendernos con su historia igual que en “Naruto”. Son todo conceptos
mezclados y repetidos que, por muy interesantes que sean, no son originales.
Pero no siempre es así, porque “Nagi no Asukara” también tiene personalidad
propia. Y ahí es donde entra su interpretación sobre el amor y la amistad,
porque estos son sus puntos fuertes en los que reluce más que cualquier otro
anime. Porque a veces el amor no es algo tan simple como nos pintan en otros
animes románticos, puede llegar a ser mucho más. Aun así, siento que no me ha
llegado del todo. Es como si me intentaran cazar con arpón pero éste fuese de
goma. Es un anime que tiene sus cosas buenas pero que, al final del día, sus
cosas malas son las que acaban teniendo más peso. Y admito que la serie me
entretuvo hasta el final, pero eso es lo mínimo que debería hacer cualquier
serie. Sin embargo, tampoco es que me hagan falta tantos amores no
correspondidos para saber que el amor puede ser horrible a veces. La verdad… no
sé qué hacer con este anime, igual que tampoco sé cómo acabar esta queja de un
espectador insatisfecho, pero hay algo que sí sé: “Nagi no Asukara” tendrá sus
fallos y no aprovechará al máximo su universo, pero, si ha conseguido
mantenerme viéndola hasta el final intrigado por saber cómo acabaría todo, es
que algo habrá hecho bien. Porque “Nagi no Asukara” tiene algunos momentos…
impresionantes que me hacían en muchas ocasiones replantear dejar esta crítica
a medias.