Las
herramientas son objetos que utilizamos a diario. Algunas las usamos para
comer, otras para cocinar y otras para construir objetos con alguna función
específica. Sin embargo, el uso de una herramienta no está limitado a una sola
función, sino que se le puede dar alguna u otra dependiendo de su portador y lo
que pretenda hacer con ella. Y, aun así, una herramienta no tiene porqué ser
solo un objeto inanimado ya que el uso de esta palabra es más extenso de lo que
se cree.
Terminé de ver “Katanagatari” hace nada y, ahora que la he
acabado, puedo afirmar que Nishio Ishin es todo un maestro de la narrativa
japonesa. Tanto en “Katanagatari” como en su otra conocida obra “Monogatari
Series” se puede observar una historia bien construida, con un universo
fantástico y unos personajes distintos, cada uno con su propia personalidad. Nishio
Ishin es un amante de lo paranormal, por eso sus dos obras más conocidas
intentan ofrecer una trama misteriosa con un trasfondo muy amplio por si te
apetece indagar en alguna parte para enterarte de información adicional. Y, en
este anime, he podido observar una narración que no había visto nunca. Empecemos explicando de qué va la cosa:
Shichika es un espadachín que vive en una isla aislada de la urbanización con
su hermana. Mientras ellos están viviendo una vida tranquila y sin
preocupaciones se presenta allí mismo Togame, una chica enviada del gobierno
que tiene la intención de recolectar las 12 espadas sagradas de Shikizaki Kiki
para así poder gobernar el país. A todo esto, Shichika decide ayudarla en su
aventura y abandona la isla para ayudar a Togame a cumplir su propósito.
Además, Togame le propone 3 normas a Shichika a obedecer si quiere acompañarla:
no romper las espadas sagradas, protegerla a ella y protegerse a sí mismo. De
hecho, me he dado cuenta de que he mentido en una parte: Shichika no es un espadachín,
sino que ES una espada. Es algo en lo que la serie insiste desde el principio y
es algo que la serie quiere que notes. ¿Cómo lo hace? Fácil: haciendo que pueda
usar su propio cuerpo como una espada. Él no necesita espada para pelear ya que
usa su cuerpo para combatir y es capaz de endurecerlo gracias a una habilidad
especial de su clan para poder cortar extremidades con sus propias manos, por
ejemplo. Sin embargo, aunque esto pueda parecer algo bueno, hay algo más:
debido a la procedencia de su clan, Shichika no puede usar espadas. Irónico,
¿verdad? Aunque no debería sorprendernos, ya que una espada no puede sujetar
otra espada. Ahora, lo primero que me gustaría destacar es la manera en que
Togame convence a Shichika para ir con ella. Básicamente lo convence lanzándole
un rollo sobre “el poder del amor” … y ya está. Shichika accede rápidamente a
ayudar y sin rechistar. A parte, desde ese momento Shichika también decide amar
a Togame el resto de su vida. Y seguramente mucha gente dirá que toda esta
situación está demasiado forzada, pero… esto es intencional. Se puede ver en la
forma de actuar de Shichika, en cómo tiene un comportamiento pasivo y en cómo
no refleja ningún tipo de sentimiento. Shichika ha sido creado como un
personaje al que Togame pueda manipular a su propia voluntad porque al fin y al
cabo él es… eso, una herramienta. Por eso, no necesita sobornarle con dinero o
con poder porque a él no le interesa nada de eso por el mero hecho de que es un
hombre sin ambiciones. Además, poco a poco se pueden ir observando más cosas.
En concreto, se va viendo la influencia de Togame sobre la historia y, sobre
todo, sobre Shichika. Durante el viaje, Togame debe escribir un reporte hacia
sus superiores sobre todas las cosas que le van ocurriendo y sobre el método de
obtención de cada espada. Y esto que diré ahora es algo a lo que aún sigo
dándole vueltas y que, al mismo tiempo, me resulta inquietante: Togame es Nishio
Ishin. Sí, el autor de la obra. Pensad un poco. A lo largo de toda la serie,
Togame incita a Shichika a ser de una manera concreta o lo hace hacer cosas que
también ocurren en otros animes. Cosas como “debes acabar esta pelea con un
movimiento espectacular” o “necesitas una frase con gancho” son conceptos muy
típicos en los animes shonen, y Togame intenta aplicar estos conceptos sobre
Shichika porque así es como lo quiere Nishio. Shichika decide amar a Togame
porque así es como lo quiere Nishio. Porque sin todos estos conceptos, no
habría historia. Es una lástima que no se explore más a fondo esta narrativa y
que vaya perdiendo importancia con el tiempo porque de verdad que me dejó
impactado esta forma tan peculiar de contar una historia. Aunque bueno, tampoco
vamos a centrarnos en este aspecto en concreto porque tampoco es el pilar de la
experiencia. El epicentro de la trama es el viaje. Shichika y Togame han
emprendido un viaje para reunir las 12 espadas sagradas y eso, por supuesto, no
es tarea fácil. Y no lo digo exactamente por los peligros a los que se
enfrentan (que también), sino por los dilemas morales de estos dos
protagonistas. Cada uno de los 12 portadores tiene alguna razón de peso para
tener una de estas espadas tan valiosas en sus manos. Y aunque más de uno solo
la tenga por esa fantasía de poder o por el hecho que haya sucumbido ante ésta,
también tienen algún motivo para no cederla. Así que, en todos los casos, va a
tocar quitarlas por la fuerza. Aquí solo pelea Shichika mientras Togame se queda
observando porque ella realmente no tiene ninguna fuerza real. Pero el hecho es
que no son simples peleas, o al menos no lo son para Togame. Cuando Shichika
combate, lo hace sin compasión y sin pensar en los motivos que tendrá la otra
persona para defender esa espada. Y el hecho es que, cuando mata a una persona,
no siente absolutamente nada ni llora la pérdida de aquel individuo. Él solo
combate por Togame y no necesita ninguna razón más para quitarle la vida a
alguien. Y aquí es donde entra la interpretación de Togame sobre su
comportamiento en los combates. En los primeros capítulos no se presta tanta
atención pero, a medida que la serie avanza, Togame decide que no está bien
matar a otras personas por un simple deseo egoísta. Así que le toca aleccionar
a Shichika para que adopte empatía y sentimientos humanos porque él aún no sabe
lo que son. Ha crecido en el culo del mundo sin tener contacto alguno con el
exterior, así que no sabe cómo debería reaccionar en estas situaciones. Igual que
en “Dragonball” Goku abandonaba su vivienda para luego descubrir lo mucho que
había avanzado la tecnología en el exterior, aquí Shichika lo hace para luego
descubrir lo que es un corazón, lo que es un humano. Y así, poco a poco,
Shichika va adquiriendo moral y va pasando de ser una simple herramienta a una
persona con personalidad y deseos propios. Aunque ahora, comentemos por un
momento el tema de las espadas. Y luego de todo esto, están las espadas. La
serie consta de 12 capítulos, uno por cada espada. Y lo curioso de estas
espadas es que no se limitan a ser como su propio nombre indica. Si tu buscas
la palabra “espada” en un diccionario te dirán que es un arma larga usada para
cortar, sin embargo este anime va más allá de esta definición. Ve a las espadas
como una simple herramienta para matar y causar daño a otras personas. Por eso
hay algunas de estas espadas sagradas que no sabría si considerarlas espadas
porque su diseño de éstas no es exactamente como indica su definición. Este es
un punto que encuentro algo conflictivo, pero Nishio Ishin hizo que las espadas
fueran de esta manera para que pudiéramos observar que de verdad son
especiales. Ahora centrémonos un momento en el viaje. Se supone que el viaje
consiste en ir reuniendo las espadas y ver la evolución en la relación de
Shichika y Togame. Durante toda la serie se puede ir viendo cómo estos dos
personajes se van relacionando y realmente se siente como si fueran novios.
Porque es muy común meter una relación forzada en una obra de acción solo para
que el espectador quede contento con un poco de romance, pero aquí se puede observar
perfectamente como el comportamiento de cada uno afecta al otro en su forma de
ser. Y este aspecto alcanza su punto más alto en los dos últimos capítulos. En
el final del penúltimo capítulo Emonzaemon (el portador de la última espada
sagrada) le causa una herida mortal a Togame y, en el último capítulo,
contemplamos como muere desangrada en las manos de Shichika después de citarle
sus últimas palabras. Esto marca un punto de inflexión. Shichika ha incumplido
una de las tres normas que ella misma le había impuesto. Togame, el amor de su
vida y su propietaria, ha muerto y él no ha podido hacer nada para evitarlo. En
estos momentos Shichika no está pensando con claridad. Sólo quiere hacer pagar
a los responsables y, por eso, decide incumplir las otras dos promesas que le
hizo a Togame. Durante toda la serie te han hecho creer que Shichika tiene una
fuerza concreta y no puede aspirar a más, pero no es así. Aquí es cuando te das
cuenta de que, todo este tiempo, Shichika se ha estado conteniendo. Él podía destruir
las 12 espadas sagradas perfectamente pero no lo hacía por aquella promesa de
protegerlas. En este último capítulo, Shichika demuestra una vez más que él
solo es una espada, una herramienta que solo sirve para matar. Y esto lo
demuestra con una escena, una escena que considero muy poderosa, una escena que
ahora veo como una masacre. Ahora, lo único que quiere Shichika, es morir como
una buena espada junto a su propietaria porque, al fin y al cabo, el solo
servía como medio para ayudar a Togame, nada más. Este es un momento precioso e
impactante y cada vez que pienso en ello se me pone la piel de gallina. Porque
él no quiere que la muerte de Togame sea en vano y ahora necesita desatar su
furia sobre estas espadas y la verdad… llega a dar miedo. Y es cierto que
detrás de toda la trama hay una historia, un pasado y una guerra que sucedió
hace muchos años que resultan interesantes, pero entendedme cuando os digo que
la magia de “Katanagatari” es mostrarnos una aventura épica para llegar a un
final que me dejó hecho pedazos.
Estarás contento, ¿verdad, “Katanagatari”? Has conseguido que
me ponga sentimental con solo hablar de lo que quieres transmitir a tu
audiencia. Me gusta “Katanagatari”. Es un anime que tiene mucho que decir y que
muestra unos momentos preciosos y cercanos. Aquí la acción es lo de menos y lo
que importa es esa maravillosa historia de compañerismo y saber quién eres o
qué quieres hacer realmente con tu vida. Hagamos lo que hagamos con nuestras
vidas, es inevitable que nuestros actos sean lo que nos acabe definiendo como
personas y este anime, esta joya, es la prueba de ello. Y he de decir que
resulta aburrido a veces y pide estar muy atento para que no te pierdas ningún
detalle, pero lo que me ha enseñado “Katanagatari” no lo olvidaré en mucho
tiempo.